martes, julio 18, 2006

El Instante donde Todo Cambió



Hay un segundo, un instante, donde todo en el universo conspira, donde los astros se cruzan y los ángeles asienten, hay un momento donde todo cambia en la vida de dos personas y su mundo jamás vuelve a ser lo que anteriormente era.

En el momento en que Jack miró a Ennis contuvo la respiración, sintió su corazón detenerse por un momento para luego latir locamente dentro de su pecho y tuvo el repentino impulso de bajar la mirada bajo su sombrero para esconder el rubor que subía a su rostro.

Algo en su interior le dijo que la persona que tenía al frente no era cualquier cosa, aunque en ese momento sólo pasaba por su mente que con ese muchacho guapo tal vez tendría que trabajar el resto del verano, que se sentía turbado por callada su presencia, y a la vez lamentaba no verse de la mejor manera posible porque no había tenido tiempo ni de afeitarse por la mañana.

Cuando Ennis vio llegar a Jack en su camioneta destartalada, supuso que solo era otro vaquero tan pobre como él para necesitar un trabajo de Aguirre, quien era famoso por ser un miserable y tacaño pero que era uno de los que más contrataba personas para trabajar temporalmente en el verano.

Ennis no sintió en un principio mayor curiosidad por Jack, no intentó hablarle ni presentarse, solo era otro pobre diablo como él pensó, por él lo podían poner a trabajar con quien fuera, lo que necesitaba era el dinero.

Pero luego en la oficina de Aguirre, algo en Jack que no sabía qué era despertó su curiosidad, le lanzó unas disimuladas miradas mientras éste miraba a Aguirre cuando les daba las explicaciones del trabajo, pero con su natural talento para esconderse dentro de sí mismo no le dirigió la palabra sino que fue Jack quien se presentó y lo guió hasta el bar del pueblo.

Jack se sentía contento de al fin poder hablarle a Ennis y saber algo de él, contarle algo de sí mismo, y ver qué tipo de persona era ese muchacho que tendría que estar junto a él prácticamente todo el verano.

Ennis solo estaba algo confuso al ver la confianza con que Jack le trataba y la manera como sin ninguna dificultad había indagado en su vida privada, y lo que más le extrañaba, lo había hecho sin hacerle sentirse avergonzado de no tener una familia normal. Ennis se dejó llevar sin darse cuenta por la conversación de Jack y se sintió algo contento de haber llegado a Signal por este trabajo.

Ninguno de los dos tenía una idea concreta de cómo este encuentro marcaría su vida en adelante, de lo que cada uno significaría en la vida del otro, de que sus mundos se habían cruzado y no se desligarían completamente nunca más… y todo empezó en ese instante donde una mirada tan breve como un milisegundo ocurrió debajo de dos sombreros… el universo conspiró… pero ellos lo hicieron posible.

7 comentarios:

pon dijo...

Ese momentito es como un caramelo de limón, qué pronto se acaba cuando quisieras que te durara horas y horas....

Ana desde el Sur del Mundo dijo...

Leyéndote me has dado una idea que pondré en mi blogg... ya te enterarás... voy a hacer un poco de los ejercicios que le encantan a la Sra. Pon...

En cuanto a este post... sí, he meditado mucho sobre "El" instante, esa conjunción de planetas, estrellas, constelaciones, tiempo, espacio que hace que esos dos "pobres diablos" se encuentren.

Yo pienso en el instante, cada vez que veo bajar a Ennis del camión. Todo lo lleva ahí, a ese momento... caminó toda su vida hasta ese momento ¿entendés?

Y Jack! Otro que va traqueteando su camioneta, la cual llega en su último suspiro ahí, a ese instante, a ese lugar... no a otro. Ahí.

Dalia, gracias otra vez por todo y gracias por darme oportunidad de sacar pensamientos elaborados y no expresados.
¡Y gracias por la idea que voy a poner manos a la obra! Espero que les guste a los vaqueros.

Hasta pronto!!!

Alas dijo...

Conspiración celestial, claro que sí, ambos salieron "sorteados" aquel verano para subir juntos a la montaña, más casual que eso imposible; y sin embargo, eran las dos mitades de un todo. La fuerza de la naturaleza se confabuló para que Jack y Ennis se conocieran en aquella oportunidad.

Ay, qué lindo mi querida Dalia, besos.

Max dijo...

Ayer mismo, que volví a la montaña, me afanaba en encontrar a través del lenguaje corporal y de sus miradas “el momento” en que toman consciencia ambos de que algo ocurre… Muy bien pudo ser para Jack durante esa primera mirada a Ennis.
El momento para Ennis sin embargo no lo tengo tan claro; me tengo que ir al relato para detectarlo, cuando se dispone a subir a cuidar las ovejas después de haber estado compartiendo un gran momento de charla con Jack, y se siente tan feliz que “podría quitarle el blanco a la luna de un zarpazo”. Puede que fuera antes, pero con Ennis hay que leer entre líneas, porque las emociones las guarda bajo el ala del sombrero.

Dalia dijo...

Gracias a ustedes por leerme, siempre es un placer.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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