
Junto a esta hoguera, cálida soledad
Hoy miro a lo alto y casi te veo
Un punto de luz en la oscuridad
El gélido frío penetra mis huesos
Pero mi corazón no puede tocar
En él tú vives como un llama
Que inflama mi pecho, me lleva a soñar
El cielo está oscuro, los coyotes aúllan
La luna me mira con intensidad
Ilumína su noche, vigila sus sueños
Por él es mi ruego, blanca majestad
El río me arrulla, sereno en su canto
Brillan las estrellas con intensidad
Tu rostro yo añoro mi dulce cariño
Tu dulce sonrisa, mi guerra y mi paz
Aquí yo te espero, juntos estaremos
Mañana ya vienes, a mi tú vendrás
Tu cara huraña, alegre o cansada
Siempre mi consuelo, tu ser es mi hogar.
3 comentarios:
Que bonita poesia le dedica Jack a Ennis mientras espera su llegada..."juntos son hogar", claro.
Cuanta ternura, Dalia. Cuanto amor nació en esa montaña...nos ha bastado para todos nosotros y aún sobra...
Y son nuestro hogar. Al que siempre volvemos.
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