¡A casita!

Hoy por la noche, con el favor de Dios, me estaré trasladando a la ciudad de Barquisimeto y mañana a mi pueblo, Churuguara, a pasar el fin de semana de esta Santa que está transcurriendo. Por supuesto, espero que todos la pasen super bien en este fin de semana.

En Venezuela, como es tradición "moderna" la gente sale despavorida para las playas de todo el país, quedando ciudades como Caracas desiertas, aunado a que otros, como yo, aprovechan el fin de semana largo para ver a sus seres queridos.

La verdad, yo no soy muy amante de las playas en éstas épocas en que no te puedes bañar en el mar sin que te den codazos, empujones y pelotazos, en donde todo está lleno y no hay ni un centímetro de playa en donde no haya alguien tendido.

Adícora - Estado Falcón

A mi me gusta mucha más ver el mar amplio, bañarme hasta que me arrugue con una pasa y la tranquilidad, y mi familia son del mismo gusto, así que en esta época nos quedamos en casita, visitamos a los tíos, primos y demás parientes cercanos, que además hay muchos que solo vemos en estas fechas, pues viven también fuera de Churuguara (creo que tengo primos a lo largo y ancho del país made in Churuguara), y puede que vayamos a la iglesia, pero no a la de Churuguara sino a las de los pueblos cercanos de la Sierra Falconiana ó las de Coro, que conservan tradiciones que allá no, como tapar a los santos por la época santa.

Majarete (ó Manjar) - dulce típico venezolano, por lo general hecho de harina de maíz, en Falcón se come en Semana Santa junto a algún dulce, de lechoza, coco, piña ó batata.

Lo que más extrañaré, será el majarete que suele hacer mi mamá en la Semana Mayor, pues con mi papá y su dieta estricta, es mejor no tener tentaciones a la vista, y más aun el dulce de leche y el de coco :(

Iglesia de Moroy, Estado Falcón

Los que se quedan en Caracas, si pueden bajan a las playas de la Guaira (estado Vargas) ó a Higuerote, Barlovento y afines (estado Miranda) y los más osados, puede que lleguen a Choroní (estado Aragua), pero lo que si es que vale la pena es salir a las calles y verlas vacías, comparado con el despelote de todos los días, no así los centros comerciales que están abarrotados (por el Sambil ni vale la pena acercarse).

Si me hubiera quedado aquí, hubiera optado por las opciones museísticas que sobran en la ciudad y que aun no conozco todos (una verguenza, ya lo sé), porque las iglesias se abarrotan por aquello de los que pagan promesas, visitan los 7 templos y van a los via crucis.

En fin, besos y abrazos, pásenla bien, cuidense y si viajan, por favor, y aunque suene trillado, si viajan no beban por el camino, no corran como desesperados (en donde la cola los deje correr) y traten de llegar vivos pues aquí se les extrañará.