miércoles, abril 25, 2007

Partida

Estoy incapacitado para pensar, estoy incapacitado para analizar… solo soy capaz de sentir… de sufrir este pesar que me agarrota la mente, el cuerpo y el corazón…

Por instantes, pienso que éste es el castigo sin remedio al dolor que en toda mi vida he provocado… con solo un segundo de ser consciente de tu partida tengo para pagar tales penas…

¿Cómo seré capaz de expresar tal dolor sin acabar con todo lo que me rodea?... pierdo mi mente, pierdo mi ser… solo soy un amasijo de nervio que grita “NO”, una y otra vez no… como si la negación a estas alturas fuera alguna solución…

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿un día? ¿un mes? ¿o un año tal vez?... pero consiento que te arranquen de mis manos y te preparen como deberían haber hecho hace rato ya… ¿Qué será suficiente? ¿Cómo puedo honrarte? ¿Cómo hacer que respeten tal luto y pérdida?.. Ni los templos deben tener luz porque la luz te la llevaste al cerrar tus ojos…

¿Protoclo?... ¿Hefestión?... ¡Philaxendros!… Insustituible… ya Aléxandros no es Aléxandros… sola la mitad de él…

¿Podrá la parte incompleta de lo que era un solo ser llegar a la última costa del mundo?... ¿podrá si acaso llegar a la esquina desde donde pueda observar la pira arder?

La locura es la fuerza del quien no tiene fe… tal vez si te vuelves un Ser Divino devuelvas la luz al camino en el que avanzamos hasta aquí…

Incompleto, eso sí, por siempre jamás…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin palabras...

Así me acabo de quedar.

Un beso en silencio

Alas dijo...

¡Qué hermoso y qué triste!...

Besos mi amiga!

Rosa dijo...

Veo que es mucha la admiración que sientes por Alejandro, admiración que comparto.
Y ese amor que algunos historiadores insisten en callar, pués así ha debido de ser de intenso...de profundo. Un dolor que llevó consigo hasta el fin.

Amiga mía, que bella te quedo esta entrada.

Dalia dijo...

si amiga, mientras más leo sobre Alejandro (Aléxandros) más quiero saber, más me emociona y más crece mi admiración.

Y si, definitivamente esa parte de su vida, la que incluye a Hefestión, es una de las que más me conmueve. El hecho de que lo haya llamado Philaxéndros (amigo de Alexandro) fue un gesto hermoso, así como la manera en que practicamente enloqueció luego de su muerte.

Muchos coinciden en que el tiempo restante de su vida no volvió a ser el mismo aunque ya había vuelto a sus planes de llegar a la última costa del mundo.
Lamentablemente Alejandro nunca vió finalizados los lugares que mandó a construir para honrar su memoria pues también falleció muy joven.

Gracias a ti por compartir conmigo tu admiración por este personaje tan mal comprendido por nuestros contemporáneos, pero para mi tan digno de admiración.