jueves, junio 15, 2006

Pensamientos de Jack


Algunas veces cuando están conversando, Jack mira a Ennis y le parece mentira, tal como si fuera un sueño, que ese joven rubio y apuesto, tan serio, de pocas palabras y sonrisas, que ese joven precisamente sea el dueño de su corazón, ése que tan distinto es a él mismo, y que a la vez es tan parecido.

Jack se atrevió a soñar desde el día que lo conoció que ese muchacho sería suyo, aunque no sin miedo, mas bien pánico, de que el día que Ennis del Mar se diera cuenta de la mirada de sus ojos que siempre trataba de esconder, de la forma en que lo quería impresionar mostrando sus dotes de jinete, de la manera que admiraba su puntería con el rifle, de que el día que se percatara de esto y muchas cosas más, Ennis lo despreciara para siempre.
Que lo moliera a golpes era lo que menos le importaba, los jinetes de rodeo y los vaqueros están acostumbrados a los puñetazos, a las peleas, a los gritos, y también al dolor; pero esa mirada que Ennis podría dirigirle mostrándole su desprecio por considerarlo un “mariquita”, o peor aún, esa rabia incendiara que podía provocar que se largara, no pudiendo tolerar estar junto a él, tal vez diciéndole a Aguirre que podría soportar frío, hambre, sueño y sed, pero no trabajar con semejante tipo; había constituido su principal temor desde el momento que lo conoció, y era en gran parte lo que lo mantenía despierto por las noches mirando el pequeño punto de luz que era la hoguera de Ennis en el campamento, más que el temor de que los coyotes atacaran las ovejas.

Pero no ocurrió del todo así, al principio Ennis no entendía nada, estaba totalmente confundido después de esa primera noche que pasaron juntos, luego de una buena borrachera, le habló duramente, le dijo que no se repetiría y que él no era un marica; éstas palabras hirieron profundamente a Jack, pero él lo entendía completamente, se limitó a contestarle que no era problema de nadie, excepto de ellos mismos.

Pero luego, en lugar de partir la próxima noche con las ovejas luego de la cena, tratando de poner la mayor distancia ente ellos tal como Jack se lo esperaba, Ennis se había acercado, apenado, triste y casi suplicante a la carpa, sin poder entenderse a sí mismo, pero dándose perfectamente cuenta de que lo único claro para él en ese momento, era que quería y necesitaba estar esa noche al lado de Jack, y que no había vergüenza, orgullo, coraje o miedo que pudiera impedirlo.

Y así sucedió todo, sin muchas palabras, solo los hechos simples que hacían entender a Jack que Ennis del Mar lo necesitaba, lo deseaba, lo quería y lo entendía, tanto como él necesitaba, deseaba, quería y entendía a Ennis, y aunque los momentos compartidos eran breves, la emoción, la pasión y la complicidad entre ambos compensaba muchas cosas, y ahora podía sentir sin temor alguno que Ennis del Mar, ese muchacho serio, guapo y de pocas palabras sonreía y que era gracias a él, ¿el futuro? No, no pensemos en él, dejémosle que venga en el momento que le corresponda, ahora solo importa mirar esos ojos verdes, esa sonrisa tímida, y ya no tratar más de entender sino de disfrutar que lo que tanto esperaba y deseaba secretamente se cumplió, Ennis del Mar era suyo.

5 comentarios:

Max dijo...

Si vas por mi blog, verás que tuve un delirio a costa de la imagen de Jack al lado del río, lavando la ropa desnudo y a todas luces preocupado, tras esa primera noche, posiblemente pensando eso que tu escribes hoy.
Pero también verás que Ennis tenía sus propios pensamientos al respecto... e incluso hizo algo que no vimos en la película...
Que cosas,las dos caras de la moneda... Besitos.

Dalia dijo...

Ya lo vi y me encantó, muchas gracias por la invitación, y gracias por visitarme, es un placer tenerte alrededor de mi hoguera.

Ana desde el Sur del Mundo dijo...

Me has inspirado. Tengo que escribir sobre esto... es uno de los momentos que más me llegó de la película, ese lapso de tiempo es el primer "plot point" de la película, según mi criterio, claro. Ennis podría haberse ido, podría haber ido hasta Aguirre y pedirle que saque a Jack pero no lo hizo. Cuando se levanta del tronco al lado de la hoguera... ahí la película da el giro... y me dejo de tecnicismos y me voy a poner a escribir...

Gracias Dalia!!!

Me hacía falta esta catarata de imágenes relatadas en estas palabras.

Besos!!!

Alas dijo...

"Pensamientos de Jack", qué lindo título...me sugiere algo siempre inocente, lúdico y apasionado...cualquiera sea su pensamiento, por vía directa o a través de muchos caminos, llega invariablemente a Ennis Del Mar...

Ayyyy, el amor!!!!!!...

Gracias Dalia!!!!

Anónimo dijo...

Gracias Dalia por dejar regalitos por mi casa mientras yo dormía... Eres una reina maga y yo una nena pequeña toda ilusionada, desatando lazos y abriendo paquetes...