viernes, marzo 18, 2011

las cartas de amor

Hace unos meses, una amiga me comentaba que participaría en el concurso Cartas de Amor de Montblac y me invitaba a que yo también participara.

Mi amiga es una persona entusiasta, todo lo que emprende lo hace como quien se prepara a conquistar el mundo, con toda energía y furor, y además es de esas personas determinadas, que aunque a veces puedan sentir que desmayan, pronto vuelven al ruedo, si se puede, con más fuerza y determinación que antes.

Claro está, ella escribió su carta y de seguro ya la envió. Yo tuve el privilegio de leerla y me pareció sumamente hermosa y conmovedora, estoy segura de que, si no llegara a ganar, sde todas formas u carta será de las que arranquen sonrisas y harán latir más fuerte por un ratico al menso a más de un corazón.

Yo no nunca me decidí a escribir nada. De verdad, considero que escribir no se me da nada bien. Me sentí halagada cuando mi amiga me sugirió hacerlo, pero cuando entré al website de Monteblanc y leí unas 2 o 3 cartas, me sentí incapaz de escribir algo a esa altura.

Hoy, cuando leí el blog de mi amiga comentando que participó en el concurso, me puse a pensar a quién le habría escrito mi carta, si me hubiera puesto en serio a hacerlo... varios rostros y nombres cruzaron mi mente, personas, seres queridos, mascotas, amigos... pero, ¿de qué sirve engañarme a mí misma? estoy muy clara en a quién se la habría escrito.

A quien puede sacarme del más oscuro mundo del pesimismo y de mi mente huraña con una sola sonrisa, al que cuando ríe con tal picardía me desarma aunque esté mas tensa que las columnas del Empire State, a ese que le robó los ojos al cielo y se adueñó de su luz, al que me hace aliviar las penas, o al menos guardarlas en la gaveta un rato con el timbre de su voz, a aquel de cuyas letras vivo, y que creo que entiendo aunque no, al que sigo por el mundo, su nombre deletreo, su risa venero, con su cuerpo sueño, su presencia siento, su sola existencia es mi aliento, y me sorprende a cada momento con una nueva faceta en que no esperaba se aventurara.

Y no podría escribirla porque no hay palabras para describir qué se siente verle, o para explicar lo que significa ver el mundo por un segundo, a través del marco en que él lo ve.

No, No puedo. No hay palabras. Mis cartas de amor son escritas a diario en sentimientos, latidos de corazón, sonrisas, suspiros, carcajadas, sorpresas, compases, sonidos, ritmos, imágenes y hasta gritos. En Montblanc no cabe esto que vivo, a diario, con alegría o con tristeza, y que solo entiendo yo.

2 comentarios:

Rosa dijo...

Amiga...y dices que no podrías escribir una carta de amor. Yo creo que con lo que nos has dicho, nos has abierto un pedazo de tu corazón y de todo lo que en el hay para esa persona tan especial... Cuando se escribe, se escribe con el corazón, yo nunca podría hacerlo con la cabeza (recuerda lo de mi neurona solitaria).
Escribe amiga, escribe, no interesa si ganas un concurso o no; escribe para aliviarte, para sonreír, para soñar.

Dalia dijo...

gracias Rosa..

La verdad, ahora me cuesta conseguir la calma para escribir algo, pero de vez en cuando, es un buen ejercicio, especialmente para el alma.

Un abrazo. Te quiero mucho, gracias por tu visitas.