viernes, agosto 29, 2008

El Atisbo de un Sueño

En ese instante en que le miró, sabía que estaba perdida… de alguna manera esa mirada se había clavado en sus ojos, y lo que era peor, en su corazón, para no salir ya nunca más.

Y no es que fuera la primera vez que le mirara… eso era lo más extraño de todos… se lo había topado por muchas partes sin saber aun que existía.

Pero el entorno en que se encontraba, por alguna razón u otra, o lo que consideraba más probable, por su elección propia, se lo había comido los acontecimientos que le rodeaban y no destacaba demasiado, logrando cumplir a la perfección con el rol que en ese momento se suponía debía interpretar.

Pero ese día, o mejor dicho, esa noche, fue la primera vez que le observó en primer plano sin que poco más lograra distraer la atención, y su simple visión cambio todo para siempre, aunque en ese momento no se daba cuenta aun de lo mucho que esto significaba.

Desde ese día, no existe manera alguna en que al observar esos matices del pasado en donde él estuvo involucrado, no le note de inmediato; donde fuera que estuviera colocándose en ese momento, es imposible que ahora no le resulte impresionantemente evidente, y que incluso, le haga sentir algo de culpa por la torpeza de no haberle notado antes.

Lamentablemente, no sabía que tardaría años en reencontrarle de nuevo, tan distinto siendo el mismo, con más detalles, más aspectos contados, mucho más cercano y también sumamente lejano… que importaba si le veía ahora a diario, si formaba ahora parte de su inmenso y variopinto mundo, de la maquinaria que se movía a todo pistón para lograr sus grandes sueños y sus inmensas metas….

Estaba cerca pero seguía lejos, esa era la verdad. Había un vidrio transparente pero impenetrable que no le permitía sino mirarle, admirarle, amarle, y si… seguirle en esta carrera loca contra el tiempo, la vida misma y todo lo que involucraba.

Sabía que tal vez esto no duraría para siempre, que muchas cosas podrían cambiar tan solo en un tris y que podría perderlo de nuevo para siempre…

Si hay algo que había aprendido en la vida, era que el mundo cambia continuamente y no siempre en la dirección en que se esperaba, mas al contrario, a veces nos arroja como un puñado de arena en la cara lo que resulta ser una nueva realidad que se queda para no largarse sino cuando ya es demasiado tarde… pero así como el mundo podría invertirse o transformarse tanto como quisiera, lo que había nacido en su interior esa primera vez no se rompería nunca más… como el metal, podría cambiar de forma, reducirse, pulirse, alterarse e incluso mancharse, pero jamás dejaría de ser lo que era para volverse otra cosa.

El era parte de su mundo, tanto si lo supiera como que si no. Y ella estaba allí ahora, rondando el mundo de él: a veces tan cerca que casi podía sentir su calidez en las manos pero siempre del otro lado del vidrio, siempre imposibilitada de algo más que mirarle, pero llena de ganas de entregarse a la tarea de empujarle mucho más allá.

Y habría valido la pena?... No albergaba dudas al respecto.

Puedes vivir toda una vida libre de tristezas o de esperanzas aun pudiendo llamarla vida, pero no era más sino un espejismo sino habías sentido latir tu corazón a millón por el atisbo de una mirada.

Ese era el mundo que le había tocado vivir, y lo viviría lo más dignamente posible.

Por ahora, solo le esperaba salir afuera y respirar… y buscar el color de esos ojos en la infinita gama de un cielo azul.

6 comentarios:

pon dijo...

Qué bien escribes, puñetera, qué bien lo cuentas, qué bien observas, y qué bien lo sacas pafuera.

Un beso enorme, que da gusto leerte.

Mar del Norte dijo...

Puede que el mundo cambie en un instantante y como dices, no siempre en la dirección que uno desea.. Pero me queda claro, muy claro que tus cambios en cada entrada son siempre para mejor. En esta ocasion, te superas nuevamente a ti misma. Gracias por todo Dalia querida..
Besos

devezencuando dijo...

Te busco con la mirada y cuando te encuentro me deslumbras...

No sé dónde has estado toda mi vida y me pregunto qué será de mi cuando no estés...

Marga dijo...

Poco que añadir a los anteriores comentarios, los comparto letra a letra, con puntos y comas incluídos.

Sólo que a veces la vida te pone delante personas que quisieras olvidar y te resulta imposible. Pero no porque te traigan buenos recuerdos, sino todo lo contrario y eso si que duele.

Ese es lado negativo bajo mi punto de vista.

Hay sueños que jamás deberían cumplirse.

Bufff!!!!!!! negativa estoy yo.

Pero lo que nos une eso, jamás debe de cambiar, jamás.

Besitos precioso girasol.

Strawberry Roan dijo...

Retomando uno de los últimos escritos de pon, sigo opinando que el destino no está escrito, sino que lo escribe cada uno...
Creo que a veces hay que tomar las riendas de nustras vidas y por lo menos intentar hacerla mejor. Después están las casualidades o el azar, que nos pueden hacer la zancadilla o todo lo contrario.
Culpabilizarse de cosas pasadas no sirve de nada. No quiero espejismos ni redenciones.
¿Hay algo mejor que querer y ser querido?
¡Carpe diem!

Un beso

Rosa dijo...

Mi dulce amiga, creo entenderte... pero las palabras se me escapan, como dice Pon, haz sacado los sentimientos como muy pocas veces puede hacerse.

Hermoso.