lunes, septiembre 25, 2006

Volteó hacia atrás y ahí estás
A veces tímida y algo agazapada
Pero siempre presente

nunca clemente
Fría, oscura, fuerte y perenne
A veces tu mirada aguda es desafiante
Orgullosa, fiera, dura y altanera
Hace retos atrevida

“Nunca te olvido, siempre contigo”
Ya lo sé, ¿es que crees que yo he podido?
A veces no importas

A veces no existes
A veces todo eres y todo lo abarcas
Eres tan eterna como el odio que causas
Y tan perfecta como el olvido

que nos sigue en cada respiro
No te preocupes, sigue adelante
Y ubica tu trono de reina y señora

Dulce e inmortal,
Amarga y odiosa,
Infinita y maldita,
Soledad eres la Diosa.
Pasa adelante que estás es tu casa
mi castillo sería tuyo si alguno tuviera

Huésped eterna de oscura mirada
Sigue callada, nada más falta

Solo mirarte es un hecho certero
De que siempre estuviste
Y siempre estarás
Sola la certeza de que estarás presente
Es tan segura como la negra muerte
Cierro los ojos por un rato olvido
Sueño con cielos y felicidad
Abro los ojos y tú me sonríes
La eterna pregunta del día a día:
“¿te vas conmigo o aquí tú me esperas?”
Lo de siempre respondes con sinceridad:
“no hay lugar, momento o tiempo”
Es cierto y pregunto, ¿que más da ya?
No es tangible pero es y está
Oculto a los ojos, cerrado a los sentidos
Pero late, vive, respira y brilla
Por eso sonrío y respondo sin vacilo:
“Nos vemos amiga y eterna enemiga”

La batalla no acaba
hasta que cae la espada
seguro tú vences
¿seré yo quien caiga?
pero el premio es bueno
la muerte inclemente
que espera sin prisas
sin falta ni falla
muerte en la vida
y vida en la muerte.

11 comentarios:

Alas dijo...

ESA NOCHE (Café Tacuba)

No me hubieras dejado esa noche
porque esa misma noche encontré un amor.

Parecía que estaba esperando
Tu momento de partir
parecía haber observado mis momentos junto a ti.

No me hubieras dejado esa noche
porque esa misma noche encontré un amor.

Me abrazó el instante mismo
que tú me dijiste adiós
y no fue una gran tristeza
fue como ir de menor a mayor.

Tu regreso había esperado
más te veía muy feliz
en los brazos de tu amada
te olvidaste tú de mí.

Más ahora que recuerdas
a mis brazos vuelve ya
seré por siempre tu amante
tu novia: la soledad

Y si alguna vez regresas
con aquélla que te amo
sabes no será lo mismo
pues también me conoció.

No me hubieras dejado esa noche
porque esa misma noche encontré un amor
(mi soledad siempre he pertenecido a ti)

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Todos la conocemos demasiado bien,...un beso y un abrazo enormes, que tengas una linda semana!

Anónimo dijo...

umnnn...la soledad ¡que tema Dalia!, pero esta siempre en cada momento si la dejamos estar, por otro lado, hay veces necesitamos de ella, para tomarnos un tiempo de descanso, de pensamientos, de reflexiones..de autoestudio...no siempre es mala; en lo personal, la tomo como un buen augurio de lo que vendrá
Besos ricotona!!!

Ro

Anónimo dijo...

La soledad es el imperio de la conciencia (Gustavo Adolfo Bécquer, poeta Español, 1836-1870).

Reflexión:

La soledad en sí misma, es aquel estado de ánimo que en determinado momento puede sentir una persona aun estando acompañada. Pero existe otro tipo de soledad, la soledad física, que es la que hace referencia a la persona que se encuentra privada de compañía. Esta circunstancia es considerada generalmente como negativa, sin embargo, tiene su lado positivo. La tranquilidad y el silencio que proporciona predisponen al encuentro con uno mismo, situación ésta, ideal para llegar al conocimiento personal y por ende al autodominio. Estas dos características además de ser importantísimas para la vida de una persona, son muy escasas en nuestra sociedad, constituyendo un auténtico tesoro para quien las posee. La soledad física, es la circunstancia idónea para observar el pensamiento, para observar el sentimiento, para observar la acción, y en definitiva, para lograr la plena conciencia de todo cuanto nos rodea y de todos y cada uno de los actos de nuestra vida.

Ro

Anónimo dijo...

Ya me había acostumbrado a su presencia
¡ mi compañera, la nada!.
Un verso del poema que le dedique a Un-angel.
Conozco bien a esa compañera, y me he habituado tanto a ella, que a menudo me cuesta irme de su lado. Pero es la soledad buena; la que te permite tener un espacio para tí, para hacer lo que más te gusta. Para escribir, o ver por enésima vez una película sin tener que explicarle a nadie por qué lo haces, o colarte por allí y conocer gente estupenda, como ustedes.
Es la otra, "su gemela", a esa si no la quiero en mi vida. Es la soledad del alma, de no tener a quién acudir en un momento difícil, de no tener un abrazo fuerte que te conforte ni una voz amable que te diga que todo pasara.

Las conozco a las dos, pero he aprendido a lidiar con la segunda y a mantenerla lejos de mí.

Dalia, no hay soledad si tienes gente tan maravillosa a tu lado. Entre ustedes me siento como si hubiera encontrado mi sitio, mi lugar. Siempre te leere, y si alguna vez te sientes sola, triste, o qué se yo, aquì estare, porque el corazón no conoce distancias.
Un beso enorme
Rosadefuego

Max dijo...

Reconozco que muchas veces busco la soledad física...pero la otra,ese huésped que no es bienvenido, viene a buscarnos en muchas ocasiones queramos o no.
Un beso Dalia.

pon dijo...

Unas veces se esconde tras las cortinas, esperando que pases y te sopla aire frío en la nuca. Otras veces te da la mano y te acompaña por el peor camino, y sabes que no hay nadie más. Otras veces te saluda detrás de las farolas, a la luz de las llamas. Siempre, siempre está en el fondo de los ojos que ves cuando te miras en el espejo; o en la sala oscura de un cine cuando un hombre habla con lo único que le queda, unas camisas viejas colgadas en la puerta de un armario.
Toda la vida está contigo, tira de tí o te empuja o te cierra el paso, pero siempre está.

Anónimo dijo...

Siempre la llevamos con nosotros, lo importante sólo es sentirla cercana cuando nos sea necesaria.
El resto del tiempo debemos mantenerla alejada, que no nos haga daño.

Bellísima descripción Dalia y los demás.

Besitos.

Dalia dijo...

Gracias a todos por sus valiosos comentarios.

No es fácil hablar de la soledad, a nadie le gusta admitir que la tiene en su vida y yo frecuentemente la tengo como compañera en mi vida más de lo que quisiera en realidad, aunque no quiere decir que muchas veces no la disfrute.

Sin embargo, la lucha es de cada día, a veces gana ella, en ocasiones la venzo yo. Las espadas siguen alzadas y el duelo de seguró será eterno, ¡lo importa es no darse por vencido!

Anónimo dijo...

Como diría el Maestro Sabina,

"y algunas noches suelo recostar,
mi cabeza, en el hombro de la luna,
y le hablo de esa amante inoportuna,
que se llama soledad,
que se llama SOLEDAD..".

La soledad es nuestra amiga a veces, otras es enemiga cierto Dalia,seguiremos "negociando", con ella.

un-angel dijo...

..eres la caña, chica de los girasoles... te ha sentado bien la terapia bailable del fin de semana.
Un beso.

Dalia dijo...

Gracias a Nuria y a mi Angelito, tu eres una caña mi angel.