viernes, agosto 11, 2006

¡De Vacaciones!!!!!

Hoy la chica de los girasoles sale de vacaciones.

No son mucho los planes que tengo para mis vacaciones, solamente descansar y dormir bastante:


Salir a hacer un poco de ejercicio:

Oír mucha música:

Leer mucho:

Alguno que otro paseo:

y tal vez un día de playita:

y si se puede, una rumbita:

descansar en mi diván favorito:

Y sobre todo, compartir con la familia y seres queridos:

No se puede pedir más de la vida ¿verdad? ¿o si?

Espero que ustedes la pasen muy bien también, besos,

Dalia

Tus Ojos


Tus ojos forman mi mundo
Más allá de ellos no hay lugar
Cada día que paso alejado de ti
Es gélido y vacío como un día sin sol.

Que te añoro y nunca te olvido
¿Qué otra cosa puedo hacer?
Solo eso sostiene las horas
de fingir ser fuerte y no decaer

Tal vez la muerte me libre
Del tormento de esperar sin fé
O tal vez tu mirada me lacere
Y ya no más sufriré

jueves, agosto 10, 2006

La Tormenta

Ennis iba a dirigirse a la montaña luego de haber compartido una parte de la mañana con Jack, cuando de repente, sonó un trueno terrible y un rayo deslumbró en el horizonte: una gran tormenta venía desde lo alto de la montaña, la cima ya estaba oscurecida y nublada completamente, era imposible ver el rebaño que se encontraba allá arriba, en la zona donde ya llovía a cántaros.

En lugar de dirigirse a su caballo, Ennis corrió a tapar la comida y las cosas que podrían dañarse con la lluvia, mientras Jack hacía otro tanto con las sillas de montar y otros enseres de cuero.

-¡Corre a la carpa! – le dijo a Ennis

Ennis lo pensó por un segundo, dudando si era prudente suspender su viaje a la cima donde estaban las ovejas, pero al sentir los golpes que le propino en su sombrero la granizada repentina, corrió junto a Jack hacia la carpa quien luchó luego por cerrar la abertura, mientras tanto, el viento hacía mecerse la carpa como si fuera arrancarla del suelo con ellos dos adentro.

-¡Dios! ¡mira el tamaño de esto! – dijo Ennis mostrándole a Jack unos pedazos de hielo que recogió con su sombrero.
-¡Si! Hace mucho frío ¡Ennis cierra la carpa!
-¡Debería volver con las ovejas! Se separarán con esta tormenta y no sabremos donde están.
-Te golpearas con un árbol, te caerás del caballo o algo así, y entonces desearás no haber ido.
-Se que me arrepentiré luego, pero tienes razón, me quedaré.

Los dos permanecieron un rato en silencio escuchando el aullido del viento y la lluvia caer, estaba tan oscuro como la noche y hacía un frío que congelaba los huesos, así que se acostaron en el lecho, muy cerca uno del otro, tratando de calentar sus cuerpos pero alertas por cualquier peligro que se pudiera presentar.

-Esto me hace recordar una noche de lluvia, hace años cuando estaba muy pequeño – dijo Ennis con voz suave, muy cerca de la oreja de Jack
-¿qué sucedió? – dijo este, esperando que fuera un recuerdo agradable de su infancia, y no uno de los que sabía le atormentaban.
-Nada importante, es solo que recordé mi madre. En una ocasión que llovió así, y ni mi padre ni mis hermanos estaban en casa, ella se fue a mi cuarto y se acostó así conmigo, justo tan cerca como estamos tú y yo ahora. Aunque me decía “no temas mi cariñito”, sabía que ella también tenía miedo, y me alegraba de que hubiera buscado refugio en mi cuarto a pesar de ser yo tan pequeño. Eso me hacía sentir grande y fuerte. – Ennis sonrió al recordar la sensación mientras sentía el calor de Jack tan cerca de él como lo había estado su madre.

Jack permaneció en silencio disfrutando de la voz de Ennis, y sabiendo que no le contaría esto si estuvieran cara a cara.

-“No temo mamá, tú estas conmigo y yo contigo”– le dije a mi madre, y luego le canté una canción que ella solía cantarme, si me acordara como decía, era algo así como…

Ennis empezó a canturrear en voz baja, pero recordaba muy poco de la canción, así que hizo silencio lanzando un suspiro.

-La conozco… - susurró Jack, y empezó a canturrear por lo bajo a su vez, moviéndose para cobijar a Ennis con su brazos y cantándole en el oído. “duerme mi niño… mi dulce amor… tu sueño yo cuido... tu ángel mi amor…”

Afuera los truenos retumbaban y la lluvia caía, el día siguiente sería pesado y la pasarían miserablemente buscando las ovejas, y cuando al fin las consiguieran, pasarían horas tratando de separarlas de unas ovejas chilenas con las que se habían unido, luego de huir despavoridas de la cima de la montaña. Al día siguiente pasarían sed y hambre mientras volvían con el rebaño a su lado de la montaña. Pero en su fuero interno, sus corazones aun permanecían dentro de la carpa, cobijados al calor de su amor y juntos en esta aventura, sin querer pensar en los días futuros.

miércoles, agosto 09, 2006

Invitación



Hola a todos. Alas y yo les invitamos a visitar Un lazo a Heath Ledger http://dedicadoaheath.blogspot.com el cual fue creado por Alas como homenaje a este gran actor, y en el cual yo participo como Reportera-Colaboradora gracias a la amabilidad de mi gran amiga.

Vamos a hacer lo posible por actualizarlo más seguido y contarle los chismes, o simplemente mostrarle fotos de este caramelo australiano.

Ahora si, ya pueden decirnos que piensan de este niño de cabellos de color miel y trigo que nos ha robado el corazón con sus interpretaciones y su belleza tan particular.

martes, agosto 08, 2006

Si no puedes arreglarlo...

Si no puedes arreglarlo entonces tienes que aguantarte. Esas palabras constituían una de las grandes reglas por las que Ennis se regía en la vida.

Porque después de todo ¿Qué más le había enseñado la vida? ¿Quién más podía aguantar lo que le había tocado vivir en sus cortos años de existencia? Sus padres habían muerto irremediablemente en ese estúpido accidente de transito, ¡por Dios! ¡Si se habían ido a voltear en la única curva que tenía la endemoniada carretera! No había podido culminar sus estudios en la escuela secundaria cuando la transmisión de la camioneta se dañó, pero ¿porqué se atrevió a pensar que si estudiaba el bachillerato tendría una vida mejor? La escuela no era para muchachos como él; para él estaba hecho el trabajo duro, levantarse antes del alba y partirse el lomo como un animal de carga, ¿Qué más tenía la vida? Todo era trabajar y tener algo para mantenerse, algo que llevarse a la boca y calmar el hambre.

¿Su familia? Sus hermanos habían hecho lo que podían por él, a veces por las buenas y a veces a los cogotazos, pero hasta que había aprendido a valerse por si mismo, a arrear ganado, ordeñar y pastar, lo habían ayudado y mantenido con lo poco que podían conseguir.

Nada más podía exigir de ellos. Ahora tenían sus propias vidas, sus propias familias y responsabilidades para estar pendientes de él y de sus necesidades.

Cuando conoció a Alma, pensó que había conseguido algo que le daba un poco de sentido a su existencia, ya no trabajaría solo para tener algo de comer, lo haría para cuidar de ella y la familia que tendrían, porque ¿Qué más podía hacer que tener unos cuantos críos con esa chiquilla? ¿Qué más podía aspirar? Una lata con unos cuantos billetes era la base para su porvenir.

Ahora que había llegado a Brokeback Mountain, trabajaría con un jovenzuelo de cabellos negros y rizados, un muchacho sonriente y abierto como él jamás lo sería, con unos ojos como dos pedazos de cielo, deslumbrantes de tanta vida; y en este ahora, su mundo se había puesto de cabeza, no hacía otra cosa sino pensar en él, en ese tal Jack Twist, ese mismo que fanfarroneaba montando la yegua, el que decía que era tan bueno en los rodeos, que los toros no lo lanzaban al aire, el que se quejaba todo el tiempo por el trabajo que le había tocado en la montaña, ese muchacho tosco e ingenuo, había abierto todo un nuevo mundo para él, que le había sido desconocido hasta ahora.

Con él había conocido la pasión, las carcajadas, los golpes amistosos, las miradas a los ojos, conversaciones sinceras, besos cálidos, trivialidades compartidas, cantos al atardecer, chistes subidos de tono, el olor de unos cabellos, compartir una botella de whisky, el respeto por la opinión ajena, el deseo físico, el significado de una armónica, la belleza de la aurora, la blancura de la luna, y miles de cosas más que no podía ni sabía describir.

Pero no podía pasar, como todo en la vida, esto también tenía un fin, y el cierre del ciclo que había vivido con Jack en la montaña ya se había cerrado… no había solución… tenía que aguantar… Alma le esperaba sonriente e ilusionada, lista para hacer sus votos matrimoniales y mudarse con él donde pudieran vivir. ¿y Jack? ¿Qué pasaría con Jack Twist y todo lo vivido en la maldita montaña? Nada… Nada de nada.

Sería ahora solo un recuerdo, uno que querría borrar como fuera posible, para no sufrir el tormento de extrañarle, uno que llevaba tatuado en su alma como si se lo hubiera grabado con fuego. No importa cuantas veces se emborrachara, cuantas horas extras trabajara, que se agotara hasta el extremo para llegar extenuado a su casa, y luego tratar de compartir su vida de casado con Alma; nada de eso importaba, Jack siempre venía a su mente junto a una sensación de abandono, en ocasiones incluso revolviéndole las entrañas de dolor y tristeza, como una idea palpable de la soledad que vivía, día a día, y que Alma ni nadie podría curar.

Si uno no puede solucionarlo tiene que aguantarlo. Lo difícil es encontrar la manera de lograrlo, de resistir la vida que le había tocado.

Tal vez cuando naciera su primer hijo, lo que ocurriría muy pronto, se sentiría vivo de nuevo, podría sonreír otra vez, tendría una nueva razón para tratar de ser feliz o al menos haría su vida más grata, porque el azul de la mirada de Jack, eso no lo tendría de nuevo, excepto cuando en sus sueños y en su imaginación volvía a Brokeback Mountain. Tendría que conformarse con eso pues nada más tenía. Tal vez algún día sería suficiente. Solo tal vez…

lunes, agosto 07, 2006

Jake


Ojos celestiales
Sonrisa tierna
Mirada de ángel
Silueta de Adonis

Talento de sobra
Alma de artista
Valentía y coraje
Ideales de héroe

Sencillez y humildad
Madurez de adulto
Sabiduría de viejo
Inocencia de niño

Disciplina en todo
Sensualidad natural
Dinamismo y paz
Amor y luz

Jake es todo eso
Y muchas cosas más
Una estrella deslumbrante
En un firmamento infinito

Solo Jake podría haberle dado vida a un Jack tan hermoso y especial.

viernes, agosto 04, 2006

Trigal

Hoy voy viajando lento, no tengo prisas por llegar, no voy a tu encuentro. Solo voy a otra feria más, de esas que se acostumbran tanto en los estados del sur, donde se muestran maquinarias y equipos agrícolas, como las que se comercian en el establecimiento de mi suegro, productos agrícolas de todo tipo y diversión para los pueblerinos.

Hoy viajo perezosamente, el mayor incentivo es estar lejos de todo por uno o dos días, a millas de la esposa que ya no conozco, del hijo que cada día se parece menos a mí y más a su odioso abuelo, del trabajo tedioso y miserable con el cual gano el pan en la mesa de mi hogar, pero que de igual siempre es menos del que gana mi mujer, y que de todas formas me hace sentir un aprovechado de los ingresos de su familia, que nunca será suficiente a los ojos de sus padres.

No hay derecho, yo me mato todos los días trabajando de la mañana al anochecer, atendiendo a esos viejos charlatanes de Texas, que vienen a dar a entender que tienen dinero a manos llenas, que comprar una pieza agrícola de éstas que cuesta miles de dólares es nada para ellos, para luego irse diciendo que en otro lado les atienden mejor o les dan un mejor precio.

Y siempre lo mismo, todos los conocidos del viejo desgraciado dicen lo mismo: “¿Ese no solía participar en los rodeos?”, ó “¿ese es el muerto de hambre que conoció tu hija y con el que se empeñó en casarse?”

¡Imbéciles! ¿Qué saben ellos de ser pobre? ¿Qué saben ellos de trabajar? Solo son unos viejos adinerados, por las ganancias del petróleo que Dios tuvo a bien poner en sus terrenos, o viven jactándose de los ingresos que obtienen, matando de tanto trabajo a capataces, vaqueros y granjeros, porque ¿vaqueros bien pagados en Texas, Wyoming o sus alrededores? No he conocido ninguno aún.

Y siguiendo el camino hundido en mis negros pensamientos, me he adentrado en un mar dorado sin siquiera darme cuenta, pero al salir el sol que estaba oculto en una nube inmensa, me veo rodeado de luz por doquier, kilómetros y kilómetros de trigo haciendo olas, como un cálido océano en un día de verano.

Ante tanta belleza disminuyo la velocidad, me complazco en seguir el orden de mis pensamientos, que al ver el dorado esplendor por doquier, me llevan irremediablemente a verte ante mi, mi muchacho de rizos dorados como el oro, el joven de cabellos color de miel y trigo seco, de tez tostada y ojos verdosos, mi querido y añorado Ennis del Mar.


Solo tú logras transformar mi día, mi mueca en sonrisa, mi rabia en alegría. Solo no voy más en el camino que recorro, si volteo al asiento de al lado, ahí estás, callado, tranquilo, sereno y resplandeciente, como en aquellos tiempos que viajábamos a caballo, rodeados de un mar de ovejas y el sol te iluminaba dorándote más aún.

Ahora sonrío y canto alegremente, al compás de la música de una estación de radio, y cuenta me doy que falta poco, un mes, más quizás, y de nuevo contemplaré la luz que hay en tí y que pareciera que yo solo puedo ver, la feria es solo un paso más antes irme y de nuevo contigo en las montañas estar.

Ojalá no cosechen el trigo, antes que vuelva a pasar por este camino de vuelta a mi hogar, me gustaría mucho que el joven de rizos dorados me acompañe en mi viaje de regreso a casa.

jueves, agosto 03, 2006

¡Feliz Cumpleaños Cristina !

Cristi, espero que la pases super bien, que disfrutes un montón tu cumpleaños y se cumplan todos tus deseos.




Te dedico una canción del tipo de música que más te gusta, y del fantástico Josh Groban del que hablamos ayer.
Un abrazo de tu amiga que te quiere,
Dalia

miércoles, agosto 02, 2006

La Belleza se hizo Voz


La primera vez que escuché a Josh Groban cantar, me quedé muda y pasmada de emoción. ¿Cómo es posible que ese muchachito de mirada tierna y cabellos rizados tuviera esa voz tan fuerte y hermosa?

Escuchar a Josh Groban cantar es uno de los placeres de la vida de los que todos deberíamos disfrutar al menos una vez.

En esa ocasión que lo oí cantar por primera vez, gracias a mi hermana Thais que lo grabó de la televisión y me lo mostró emocionada, estaba cantando junto a Charlotte Church - quien por cierto es otra joven prodigio de la canción - en la clausura de las Olimpiadas de Invierno del año 2002. De más está decir que me enamoré inmediatamente de la belleza de sus voces, de su ternura y de la canción que interpretaban con tanta emoción: “The Prayer”.

Jhos Groban ha impresionado a personas de todo el mundo con su hermosa voz, tanto así, que estuvo invitado en dos capítulos de la serie Ally McBeal, cuya productora – escritora Kelley, tuvo la ocasión de escucharle en una fiesta de beneficiencia, y quedó tan impresionada con su talento que quería que el mundo en pleno lo conociera.

También se ha presentado en numerosos escenarios de todos lados del mundo y junto a grandes talentos de la canción. Para ejemplo, solo visiten en http://www.youtube.com/ y coloquen en el buscador “Josh Groban”, ahí aparecerán múltiples interpretaciones que ha realizado en solitario o junto a los mejores cantantes del mundo.

Si alguna vez quieren oír algo hermoso y fuera de lo común, quieren llenar su día de música y escuchar cantar un ángel, Josh Groban será una muy buena opción, ya sea que cante en inglés, italiano, español ó francés, deleitándonos con una ópera, una balada pop ó un canto de tono celta que nos recuerde los antiguos días del mundo.